Un día me fui con mi familia de excursion a Campanillas. La autovía te obliga a pasar delante del "Cortijo Jurado". Pasando por ahí delante, el coche se paró. Mi padre probó a encender el motor pero estaba roto, los moviles sin batería. Nos pusimos a chillar para que alguien nos ayudara pero por aquella carretera nunca pasaba nadie. A nuestro lado estaba el" Cortijo Jurado ". Hacía mucho viento y decidimos entrar . Al entrar estaba muy oscuro y no podíamos ver donde pisábamos. Empezamos a escuchar voces por los pasillos y nos pusimos a temblar. De repente vimos figuras que venían hacia nosotros. Por el miedo nos fuimos corriendo, un coche nos vio y nos salvó.
Por Morena Marzocchi, 1º B
0 Comentarios
Tu comentario se publicará después de su aprobación.
Deja una respuesta. |
AutoresAlumn@s de ATAL Archivos
Abril 2019
|